Pecado y Tentación
Mis manos temblaban ante aquel pensamiento que fue transformándose en insufribles gotas de agua que escurrían hasta mis dedos, temerosas de ser descubiertas al caer a la madera vieja.
Me mantuve absorto mirando fijamente la cruz que colgaba como una broma cruel que me abofeteaba como el rostro. El hombre que me tenía sometido en ese colchón sobre las sabanas era quien veía de pie detrás del púlpito guiando a su rebaño de corderos. Irónico, pensé, porque era el Padre que profesaba que la homosexualidad y los actos mundanos se castigarían con el pase directo a las brasas del infierno para quienes se atreviesen a blasfemar contra la palabra sagrada de Dios.
Karla Janette Lara Ramírez
Preparatoria 7
La única testigo
Secándose las lágrimas, prometió a la Luna ya no sufrir más. A la noche siguiente la Luna fue testigo de un suicidio.
Selma Rubí Cortez Vaca
Preparatoria Regional de Autlán de Navarro
Canicas Verdes
Estaba tan enamorada de sus ojos, no podía dejar de contemplarlos. No le costó mucho sacárselos con una cuchara para besarlos ya en sus manos.
Gabriela Villaseñor Villaseñor
Preparatoria Regional de Unión de Tula